SEMANA SANTA 2022



VIERNES SANTO

Viernes Santo – “No hay Amor más grande que dar la Vida por los Amigos”
Los últimos días de Jesús en la tierra, estuvieron rodeados de grandes pruebas y dificultades como mantener la dignidad al enfrentar las mayores tribulaciones, perdonar la traición comprendiendo la debilidad, mantener la ecuanimidad ante los mayores retos, comportarse compasivamente hasta con sus mayores enemigos, la fidelidad a sus ideales ante las tentaciones, pero ante todo, Jesús pudo mantener la confianza en Dios.
Es así, como nuestro gran Maestro demostró con su ejemplo la grandeza que puede alcanzar el ser humano cuando está en contacto con su ser interior.
Hoy al mirar esa cruz, vemos que está el inmenso amor de Dios, quien con su vida ejemplar nos invita a la reflexión sobre nuestro comportamiento para con nuestros semejantes, nuestra actitud ante las situaciones cotidianas y la manera en que pudiéramos mejorarlas si lo proponemos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


SÁBADO SANTO

“Acompañando a María en su Dolor”
Jesús está dormido, está en el sepulcro. Los discípulos han huido, están ocultos por miedo a ser ejecutados como su maestro, hay un aparente silencio de Dios. La muerte de Jesús ha desorientado a los seguidores, ningún discípulo esperaba la muerte de quien por tres años les había hablado de Dios con palabras y con obras. El salvador se encuentra dormido en un sepulcro.
Es el día que acompañamos a la madre, la Virgen María en su dolor. Queremos acompañar en ella a cuántas madres que siguen sufriendo la pérdida de sus hijos. La fortaleza de María es para nosotros un impulso a salir adelante a pesar de nuestros sufrimientos. María, mujer fuerte danos valentía para seguir firmes en nuestra fe.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


DOMINGO DE RESURRECIÓN

Es un día de Gloria y de gozo, la muerte ha sido vencida. Cristo ha resucitado y con ese acontecimiento nos da esperanza de una vida nueva y plena.
La Pascua es el paso entre la muerte y la vida. Nuestra fe tiene sentido porque Cristo ha resucitado, nos llena el alma de alegría saber que también nosotros resucitaremos un día a la vida plena. «su tristeza se convertirá en gozo» (Jn 10,20).
Vivir y compartir la certeza y la alegría de tener a Jesucristo Vivo entre nosotros.
“¡Cristo Vive, ha resucitado, Aleluya!”